Todos los años, entre los meses de diciembre y abril, unas 3,000 ballenas Jorobadas vienen a reproducirse en las cálidas aguas en las costas del Océano Atlántico, especialmente en la zona de Nagua, Cabrera y la Bahía de Samaná. El video muestra un reportaje por Patricia Pérez sobre lo qué hacen las autoridades para el cuidado de estos mamíferos marinos y así preservar y fomentar el turismo.
Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación en San Cristóbal
Construida por Trujillo, que aunque en el altar principal esta San Cristóbal, tiene el nombre de la Virgen de la Consolación, con una imagen mas abajo en el mismo altar; se puede visitar durante la mañana, fue inaugurada en 24 de octubre dia del cumpleaños de el jefe 1949. En su interior hay murales pintados por el artista español José Vela Zanetti, quien pinto un mural en el edificio de la ONU en NYC, realizo obras en Barahona, la basílica de Higüey, Santo Domingo, etc.
Dos naves laterales, una central, los altares están hechos en caoba, recientemente fue remozada y es una joya patrimonial que vale la pena ser visitada.
La Reserva Científica Ébano Verde
Accediendo por la carretera Casabito – Constanza, pasando por el Abanico en la Autopista Duarte se llega a la Reserva Científica Ébano Verde, la cual debe su nombre al Magnolia pallescens o comúnmente conocido como Ébano Verde, árbol de madera preciosa que es autóctona de la República Dominicana. Este espectacular santuario protege fauna y flora y asombra por sus senderos, que están acompañados del sonido de riachuelos que corren en esta reserva que está catalogado como bosque Muy Húmedo de Montana. Aquí el Ébano Verde ha logrado prosperar ya que se encuentra en peligro de extinción, se aprecian helechos, el Palo de Viento que es una belleza, una planta carnívora llamada Pinguicola Casabitona, el palo santo, el copey y más de 135 especies vegetales endémicas que se conjugan con el canto de cientos de aves.
Inicios del Turismo en el Santo Domingo Colonial
Postal de 1921 con detalle de la fuente de Colón.
Los primeros turistas que visitaban la zona colonial eran los españoles, que dejaban atrás una patria sumida en la guerra civil y buscaban en América una vida diferente. En aquella época la ciudad colonial era muy diferente a la que apreciamos en la actualidad, muchos de las edificaciones se encontraban en ruinas, a otras no se les daba el mejor uso y un sinnúmero de casuchas y ranchos abundaban tan importantes patrimonios.
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