Siguiendo la carretera que va al sur, entre el Cruce de Ocoa y Azua, se encuentra el nuevo Parque Nacional Francisco A. Caamaño, llamado así debido a que fue precisamente ahí donde Caamaño desembarcó con sus hombres para dirigirse a las montañas.
Declarado área protegida por el decreto 571-09, este parque es la única porción de la Cordillera Central que toca el Mar Caribe, conjugando así ambos atractivos, playa y montaña.
Y es que este parque tiene una belleza singular, agreste, indómita. Su flora se compone en principio, de cactus, acacias, y bayahonda, luego, y he aquí uno de sus principales atractivos, a medida que se va ascendiendo pasa de bosque seco a bosque húmedo con una imponente vista a la bahía de Ocoa.
Pero su encanto natural no es su único activo. A sus bondades se le suman múltiples lugares de importancia arqueológica e histórica tales como la plaza ceremonial indígena de Las Charcas de Río Grande y las ruinas coloniales del ingenio Cepi-Cepi. Además, este lugar fue testigo de la batalla de El Número.
ATRACCIONES DEL NUEVO PARQUE NACIONAL
Con la inauguración del centro de visitantes y el inicio de los trabajos de restauración, este parque pretende darle a Azua una nueva cara. Se planea elaborar varios circuitos, entre ellos están la Ruta de Caamaño, que se pretende dividir en dos circuitos, uno largo y otro corto, la ruta larga partiría desde la playa Caracoles hasta Valle Nuevo; la Ruta Marina, que bordearía toda la bahía de Ocoa; la Ruta de la Cequia, que incluiría el ingenio y algunos yacimientos indígenas. Además, se tiene pautado agregar otras rutas que pasen por los diversos poblados cercanos al parque.
Con todo esto, se persigue que Azua se convierta en un destino ecoturístico y de investigación.
Via Listin Diario
