En el país existe un lugar privilegiado como resguardo de flora y fauna autóctona nacional. Es un parque privado que por su importancia en la protección de medio ambiente se destaca y es considerado como un lugar único, se trata de la Reserva Ecológica Ojos Indígenas. Con miras a la investigación científica, la conservación de las especies nativas en peligro de extinción, y las actividades recreativas, para que los huéspedes del Punta Cana Resort & Club y el Hotel Tortuga Bay puedan disfrutar.
Pertenece a la Fundación Ecológica PUNTACANA y Se integra por bosques subtropicales de tierra baja. Quien visita el parque, tiene la oportunidad de disfrutar de la granja de mascotas que tiene varios animales domesticados típicos de la República Dominicana, y también una exposición de caña de azúcar, un hábitat de iguanas y varias otras atracciones. Esta área de 1,500 acres, cuenta con doce lagunas cristalinas en las que se puede nadar, es de ahí de donde proviene el nombre de esta reserva, ya que los indígenas taínos llamaban a estas lagunas ojos.
En esta reserva viven una buena cantidad de aves, reptiles, insectos, y una variedad increíble de flora y fauna local. Además se crían gavilanes de la Hispaniola, que son una especie en peligro de extinción, y está viviendo allí con la ayuda de algunas entidades que se dedican a la protección de los animales y se han comprometido a aumentar la especie para que no desaparezcan. El halcón que protegen allí es el Buteo Ridgway, uno de los más raros que hay en el mundo.
Con una población total de sólo 300 individuos que viven en estado salvaje, el Gavilán de la Hispaniola se encuentra en vías de extinción debido a la pérdida de su hábitat y a la caza indiscriminada. Esto se hace separando a los gavilanes jóvenes del nido y transportándolos en cajas especiales hasta el Parque. Una vez en su nuevo hábitat, se les coloca un radio transmisor y anillo de metal numerado para que puedan ser monitoreados mediante telemetría por radio o identificados con binoculares a larga distancia. Durante varias semanas, los científicos y voluntarios llevan comida los gavilanes y los monitorean constantemente. En pocos meses los gavilanes empiezan a realizar sus vuelos de reconocimiento, a familiarizarse con su nuevo territorio y cazar por si solos.
Otro caso es el de los mamíferos endémicos, La jutía de la Hispaniola, un roedor arbóreo de gran tamaño, y el solenodonte, un mamífero insectívoro grande, son mamíferos terrestres que se encuentran sólo en esta isla. El solenodonte es una reliquia histórica que se estima tiene más de 70 millones de años. Se sabe muy poco del estado y la historia natural de estos dos animales, pero es probable que las poblaciones de ambas especies disminuyan a causa de la creciente degradación y destrucción de los ambientes forestales en la República Dominicana y Haití.
Este parque se especializa también, en la cría de la Iguana Rinoceronte (Cyclura Cornuta), que es un reptil prehistórico que alguna vez fue muy común en la República Dominicana, y debido a la caza ilegal, la pérdida de hábitat y la introducción de especies no nativas han limitado en gran medida las poblaciones en todo el país.
De las abejas y las lombrices los visitantes pueden aprender los beneficios de la apicultura y la lombricultura, representados en el parque. Caballos hay disponibles para realizar una cabalgata por los senderos, para complementar esta aventura.
Escrito por Jose Carlos Arcila
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