Puerto Plata conocida como la novia del Atlántico, cuenta con un malecón de varios kilómetros, que es llamado “Long Beach”. Esta parte de la ciudad es muy atractiva y fue remozada hace pocos años, es el lugar perfecto para hacer pasadías, cumpleaños, parrilladas o simplemente darse un chapuzón y disfrutar de sus arenas blancas a un nivel más bajo de la ciudad que provee algo de privacidad. Cuenta con restaurantes, y bares, que en la noche son parte de la oferta para locales y turistas.
Cerca de su inicio se encuentra el gran hotel Montemar, construido durante el boom del turismo de los 80’s y luego paso de ser hotel a escuela, en propiedad de la Pontifica Universidad Católica Madre y Maestra tiene más de una década abandonado. El gran atractivo del malecón es la fortaleza de San Felipe, en el extremo final de Long Beach, conocido como “puntilla”. Se trata de una fortaleza con cañoneras y garitas de dos niveles, construida por los españoles en el siglo XVI para proteger la ciudad de posibles ataques enemigos.
Fue en esta fortaleza que Juan Pablo Duarte, estuvo prisionero por orden de Pedro Santana, hoy en día se puede visitar ya que se ha habilitado como museo. En la misma zona está el monumento a las víctimas del vuelo 301 de Birgenair, procedente de Europa que se precipitó al mar en 1996. No puede olvidarse la estatua en bronce del héroe de la restauración Gregorio Luperón, ubicada en una rotonda que saluda a visitantes, así como la escultura del Rey Neptuno en la emblemática piedra, justo al frente del malecón de Long Beach.